Como casi todas las cosas buenas que he aprendido en mi vida, fútbol y carnaval me fueron inculcados desde pequeño por parte de mis padres.
Mi padre era un auténtico forofo del fútbol. El Real Madrid, su equipo “oficial”, aunque no el único ni por asomo. De hecho, él siempre se jactaba de sentirse parte de dos equipos, el Club Deportivo Don Benito y el Club Deportivo Badajoz, únicos clubes a los que estuvo abonado y de los que se sentía parte, pero en especial al Badajoz, al que permaneció abonado hasta el fin de sus días.
Mi madre siempre fue una apasionada de la fiesta y la diversión. Como tal, no dejó escapar la ocasión de hacerse carnavalera desde bien joven, arrastrándonos a toda la familia a la desaparecida comparsa “Los del Rivillas”. Tras dejar la comparsa, siguió sin perder esa alegría, y como buena carnavalera es seguidora incondicional de comparsas y murgas del Carnaval de Badajoz.
Con tales pasiones por parte de los dos, difícil era que yo, que siempre me he jactado de vivir conforme a lo que mis padres me han enseñado, y que siempre me he sentido orgulloso de ellos hasta el extremo, no heredase sus mismas inquietudes.
Por este motivo principalmente, no puedo evitar sentirme orgulloso de la ciudad que me vio nacer y crecer, cuando ambas realidades, diferentes a priori, se unen en un mismo acontecimiento, de la misma manera que las distintas pasiones de mis padres se unen en mi persona. Y aún más, cuando la vida me ha regalado amigos que comparten esas pasiones conmigo, a los cuales no puedo dejar de admirar.
El partido carnavalero que tendrá lugar el próximo domingo, y en el que se darán cita comparsas, murgas y todo aquel aficionado al fútbol o al carnaval que quiera ser partícipe de este momento, supone un acto de convivencia y de comunión entre ciudadanos, un momento para sentirnos orgullosos de la ciudad que nos acoge, y que se muestra capaz de unir diferentes realidades a través de sus ciudadanos.
La ciudadanía pacense se manifiesta como todo un ejemplo de admiración, y por ello, las grandes fiestas, los grandes acontecimientos y los hechos relevantes de esta ciudad parten, se potencian y se promocionan desde los propios ciudadanos.
Me vais a permitir que, como buen “chirigallo”, saque pecho ante lo que supone todo un logro por parte de quienes, con sus actos, hacen a esta ciudad la mejor ciudad del mundo. Mi único mérito, qué duda cabe, es haberme dejado envolver e influenciar por todas esas personas que, de forma consciente o inconsciente, han ido perfilando mi forma de ser, mi carácter y, sobre todo, mi pasión por Badajoz y por sus grandes hazañas. Y, sin duda, la celebración del partido del próximo domingo lo es.
Estáis todos invitados a acudir al estadio Nuevo Vivero para presenciar el partido que se disputará el día 16 de marzo, a las 17 horas, entre el Club Deportivo Badajoz y la Unión Deportiva San Francisco de Olivenza, en el que además, se hará entrega de los premios “Turuta de Plata” a la mejor referencia murguera al club, y “Rumbera de Plata” a la mejor referencia comparsera, por parte de mis dos peñas futbolísticas, de las que me siento tremendamente orgulloso y por las que no puedo evitar sacar pecho.
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Mi padre era un auténtico forofo del fútbol. El Real Madrid, su equipo “oficial”, aunque no el único ni por asomo. De hecho, él siempre se jactaba de sentirse parte de dos equipos, el Club Deportivo Don Benito y el Club Deportivo Badajoz, únicos clubes a los que estuvo abonado y de los que se sentía parte, pero en especial al Badajoz, al que permaneció abonado hasta el fin de sus días.
Mi madre siempre fue una apasionada de la fiesta y la diversión. Como tal, no dejó escapar la ocasión de hacerse carnavalera desde bien joven, arrastrándonos a toda la familia a la desaparecida comparsa “Los del Rivillas”. Tras dejar la comparsa, siguió sin perder esa alegría, y como buena carnavalera es seguidora incondicional de comparsas y murgas del Carnaval de Badajoz.
Con tales pasiones por parte de los dos, difícil era que yo, que siempre me he jactado de vivir conforme a lo que mis padres me han enseñado, y que siempre me he sentido orgulloso de ellos hasta el extremo, no heredase sus mismas inquietudes.
Por este motivo principalmente, no puedo evitar sentirme orgulloso de la ciudad que me vio nacer y crecer, cuando ambas realidades, diferentes a priori, se unen en un mismo acontecimiento, de la misma manera que las distintas pasiones de mis padres se unen en mi persona. Y aún más, cuando la vida me ha regalado amigos que comparten esas pasiones conmigo, a los cuales no puedo dejar de admirar.
El partido carnavalero que tendrá lugar el próximo domingo, y en el que se darán cita comparsas, murgas y todo aquel aficionado al fútbol o al carnaval que quiera ser partícipe de este momento, supone un acto de convivencia y de comunión entre ciudadanos, un momento para sentirnos orgullosos de la ciudad que nos acoge, y que se muestra capaz de unir diferentes realidades a través de sus ciudadanos.
La ciudadanía pacense se manifiesta como todo un ejemplo de admiración, y por ello, las grandes fiestas, los grandes acontecimientos y los hechos relevantes de esta ciudad parten, se potencian y se promocionan desde los propios ciudadanos.
Me vais a permitir que, como buen “chirigallo”, saque pecho ante lo que supone todo un logro por parte de quienes, con sus actos, hacen a esta ciudad la mejor ciudad del mundo. Mi único mérito, qué duda cabe, es haberme dejado envolver e influenciar por todas esas personas que, de forma consciente o inconsciente, han ido perfilando mi forma de ser, mi carácter y, sobre todo, mi pasión por Badajoz y por sus grandes hazañas. Y, sin duda, la celebración del partido del próximo domingo lo es.
Estáis todos invitados a acudir al estadio Nuevo Vivero para presenciar el partido que se disputará el día 16 de marzo, a las 17 horas, entre el Club Deportivo Badajoz y la Unión Deportiva San Francisco de Olivenza, en el que además, se hará entrega de los premios “Turuta de Plata” a la mejor referencia murguera al club, y “Rumbera de Plata” a la mejor referencia comparsera, por parte de mis dos peñas futbolísticas, de las que me siento tremendamente orgulloso y por las que no puedo evitar sacar pecho.
¡¡¡Aúpa Club Deportivo Badajoz y viva el Carnaval de Badajoz!!!